jueves, 31 de octubre de 2013

Distintas "clases" de vidas



Nguzi llega siempre con puntualidad. En realidad, antes debo definir que es puntualidad. En mi accionar, arribar a una reunión concertada es tratar de llegar unos minutos antes; ni muchos, ni sobre la hora. Digamos que presentarse cinco minutos antes es hablar de puntualidad.

lunes, 28 de octubre de 2013

Don Ramón, págueme la renta



“Reclamamos la figura de Miguel de Cervantes como nuestro más ilustre antecesor. El Quijote no sería lo que fue de no haber sido Cervantes cobrador”.  En la página web de El cobrador del frac aparece la mención sobre el creador de el Quijote y reclaman hace veinticuatro años su figura para dar categoría a su oficio. No es broma, no es ficción, simplemente ingresando en la página y dentro del menú, clickeamos en Nosotros y hasta encontraremos la eterna foto del creador del más hidalgo de los caballeros.

viernes, 25 de octubre de 2013

Una voz en el teléfono

El teléfono fijo ha vuelto a sonar. Aún mientras escribo estas primeras líneas, el aparato que reposa en la base, justo al costado de este ordenador, ha encendido su pequeño monitor indicándome que el 9…1…68459 comienza su rutina de muchas mañanas. Obviamente no atiendo, lo conozco. Sé que son de Jazzt ... (por las dudas no le escribo completo, no vaya a ser que ellos también se molesten, como me  molesto resignadamente).  Me resigno a que suene cuatro o cinco veces y corten. Hoy cortan a la tercera vez. Es indudable que el tele-operador habrá visto en el historial del número la cantidad de veces que no ha habido contacto con Don Javier Ignacio Marina Farías. Lo vuelve a postergar, seguramente ha reprogramado la base de datos para que el contacto sea por la tarde. El marrón le ha de tocar a otro operador. Con una dosis de mala leche habrá puesto que vuelva a marcar el número pasados diez minutos del cambio de turno. Es decir que tengo casi ocho horas sin el llamado de esta increíble oferta que me quieren brindar casi todos los días, de todos los meses, de todos los años.

lunes, 21 de octubre de 2013

Un ensayo de casi dos décadas



"Yo no soy pesimista. Es el mundo el que es pésimo."

José Saramago falleció el 18 de julio de 2010. Al día de hoy sigue siendo una pésima noticia. Y si revisamos sus libros, nos damos cuenta que el mundo continúa su maestría para homologar su carácter de malísimo. Y todo esto dicho con optimismo, quizás no tan bien reflejado como lo hacia el mago de Azinhaga.

jueves, 17 de octubre de 2013

El arte de mentir a cada paso



Las relaciones humanas requieren de ficciones convenidas, la mayoría de ellas con efecto balsámico. No se podría convivir con alguien que dice todo el tiempo la verdad. Pero eso no significa que esté mintiendo. Muchas veces utilizamos convencionalismos para iniciar una conversación o para mostrarnos amables con nuestros pares. “¿Cómo está usted?. Yo, bien. ¿usted?. También bien, gracias por preguntar”, podría ser un convencionalismo típico de intercambio de información que no nos es necesaria, sólo responde a una cortesía. Pero no estamos mintiendo. Solo  que consideramos inoportuno o innecesario ante la pregunta de un conocido soltarle sin preámbulos: “¿Qué cómo estoy? Mal, me estoy por separar. Tengo migrañas constantes y hay días que tengo muchos gases. En el trabajo en cualquier momento me echan y para peor, no tengo excusas. He exagerado mi currículum, no entiendo mi trabajo, y tampoco  a mi esposa”.

jueves, 10 de octubre de 2013

La historia cerca de tu casa



El lunes 26 de abril de 1937 quedó instalado en la historia como uno de los hitos más controvertidos y dolorosos de la Guerra Civil española. Según cuentan las versiones, durante tres horas ininterrumpidas fue bombardeada por mayoría de aviones alemanes y algunos italianos, la villa bizkaína de Gernika.  Era día de mercado. Aunque el frente de la guerra se encontraba a kilómetros de allí, los habitantes de pueblos y caseríos cercanos se acercaban para abastecerse y comerciar. La mayoría eran mujeres y niños, también ancianos: todos formaban parte de lo que se reconoce como población civil. Y fueron bombardeados. Gernika está a cuarenta minutos de la que hace doce años es mi casa.

lunes, 7 de octubre de 2013

¿Qué hora es dónde vive mi hijo?



La madre patria adelantó los relojes sesenta minutos en 1942 y nunca más se recuperaron. En plena Segunda Guerra Mundial tanto España, Francia, Portugal y Reino Unido optaron por modificar su huso horario para adaptarse a los horarios de la Europa Central. Francia fue obligada por la dominación alemana. El Reino Unido optó por cambiarla para evitar confusiones horarias con los aliados. Supuestamente Portugal y España lo hicieron también por cuestiones bélicas. Pero al terminar la contienda, Reino Unido y Portugal volvieron a su huso habitual. Francia ni España retornaron: los franceses tenían parte de su territorio situado en el huso central, de ahí que optaron por unificar, y los españoles a través de una decisión de Franco decidieron no volver al huso occidental, donde si se sitúan las islas Canarias. De ahí algo tan habitual para los que escuchamos la radio en esta parte de la península: “Las ocho, las siete en Canarias”. Hoy está en discusión, se busca retomar la hora perdida y volver a antes de la guerra. Y para nosotros, los inmigrantes quizás es una manera de “estar una hora más cerca de nuestros familiares”.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Los síndromes de Javi



El canto V de la Odisea de Homero nos advertía: “… y Ulises pasabase los días sentado en las rocas, a la orilla del mar, consumiéndose a fuerza de llanto, suspiros y penas, fijando sus ojos en el mar estéril, llorando incansablemente…”. En el canto IX, Ulises para protegerse del perseguidor Polifemo le dice “preguntas cíclope cómo me llamo… voy a decírtelo. Mi nombre es Nadie y Nadie me llaman todos”. Recordemos que Ulises era un semidiós, Rey de Ítaca, que a duras penas sobrevivió a peligros y adversidades en su intento de regresar a casa tras la Guerra de Troya. Ulises (u Odiseo, su nombre en griego) sufrió a pesar de su condición de héroe, imaginemos lo que nos queda a los simples mortales.