martes, 31 de diciembre de 2013

El deseo de una curiosidad variada



“Lo único que lamento es que nunca tendré tiempo para leer todos los libros que quiero leer”.

Françoise Sagan

jueves, 26 de diciembre de 2013

Irnos del lugar de donde venimos

“Una ofensa no es gran cosa, excepto por el hecho de que te empeñas en recordarla.” Confucio.

Intentamos construir nuestras vidas en función de los recuerdos. Es importante que esas evocaciones sean positivas, sanas. Para algunos, la construcción está precedida de efectos traumáticos, que vamos distorsionando más y más en nuestras vidas y finalmente condicionan nuestro destino. Y si no lo condicionan, nuestro recuerdo permanente obligará a distanciarnos del presente, para sostenernos toda la vida en el dolor del trauma.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Tengo o tecno sentimientos

Se siente uno raro al tener que justificar la preferencia por el libro de papel. Ser tecnológico a medias, saber bastante de diseño, aceptar las redes sociales, escribir y diseñar un blog parece que te obliga a tener una tablet. Pero lo raro de tener que justificar que leo libros de papel es que en el temario de  la siguiente discusión, mi discutidor/a justifique su predilección por las calles de Lisboa, que comparto, debido a ese toque nostálgico que deja el paso del tiempo. Y me quedo en silencio para no reabrir el primer tema y me voy a casa con la aureola negativa de nostálgico por un tiempo que ya pasó. Y mi discutidor/a se va a su casa con la convicción de aceptar la realidad de los avances y cambios en nuestras vidas y con la fantasía de poder tomar en el 2014 un viejo tranvía que lo acerque a las calles del Chiado.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Distensión de la sensualidad

Llevo casi una hora alternando palanganas. La de la derecha tiene agua caliente, cercana al hervor. Lo mejor es que pase pronto un minuto para cambiar la pierna a la cubeta de la izquierda, con agua fría y el refuerzo del hielo. El esguince de tobillo no da tregua y el diagnóstico de posibilidad quirúrgica que me dieron el pasado lunes me apabulla. Estoy obsesionado mirando si mi pie recupera la forma habitual o se profundiza la forma de bola que lleva cuatro semanas instalada. En el medio del caos de las aguas me viene a la mente que mi primera observación destinada a la belleza de la mujer siempre va dirigida a los pies. Y no me siento seductor con la hinchazón de mi pie derecho.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Los míos, los tuyos, los nuestros, los que no tengo

“Nena, ¿para cuándo? Mirá que se te va a pasar el arroz”. Cuando la descendencia se posterga, la pregunta inoportuna y poco sutil no demora en llegar. Y la mayoría de las veces son las propias mujeres quienes exponen a sus congéneres. La pregunta es de todas las épocas. Lo que viene sucediendo es que antes las respuestas eran ambiguas, ahora pueden ser contundentes: “Yo no quiero ser madre”. La sociedad cambia, la polémica sobre las familias y sus consecuencias no cesan. Pero tampoco paran las tendencias de modificarse, es cuestión de seguirle el ritmo a los cambios.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Disfraces para despedir a un muerto

El pasado mes de noviembre una imagen del periódico El País impactó visualmente. Mil inmigrantes subsaharianos se dirigían de madrugada rumbo al perímetro fronterizo de Melilla. Su intención era saltar la famosa valla y llegar a su tierra prometida, el territorio español.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Buscando el cine de barrio

La cartelera de cine es predecible, ordinaria y basada en producciones aparatosas como costosas. Los títulos iniciales nos muestran que es tan importante la mención de las diversas productoras (y son tantas) que intervienen más que el nombre del primer actor, quien era que aportaba el tirón de público en otras épocas. Las superproducciones son bastas, en cada grilla de programación tenemos a un héroe o superhéroe como supuesta mejor opción. Por alguna de estas cuestiones o por una cuestión económica nos estamos quedando en casa. Pero las pocas veces que voy al cine me pregunto con tristeza el porqué de estar perdiendo el hábito.

jueves, 5 de diciembre de 2013

El efecto de recuperar afectos

Hay personas que tienen las ideas bien claras desde pequeños. Conozco a varias  que tenían la seguridad que viajarían por el mundo y que vivirían en otros países como objetivo programado. Otros, como podría ser mi caso, se encontraron casi de un día para el otro con esa posibilidad. Tengo presente desde pequeño la visita de algún familiar paterno. La casa modificaba su tranquilidad por unos días, a veces solo por unas horas. Encandilado, escuchaba a un desconocido tío español deleitar hasta la emoción a mi padre, convertirlo en un anfitrión locuaz, y optando siempre por el mismo recurso, prolongaba la visita con una botella más de vino, a pesar del enojo de mi madre, siempre preocupada por preservar la salud de mi viejo. La lucha de mi vieja continúa, mi padre ahora aprovecha la visita de su único hijo para intentar saborear un nuevo tinto. Y yo soy ahora el personaje en cuestión, más de una década viviendo en otro país y mis arribos modifican la rutina de la casa paterna, que tampoco es en la que yo vivía antes de irme. Ahora sí, es la casa de mis viejos.