“El original es infiel a la traducción”.
Jorge Luis Borges
Cuando se trata de traducir un libro, es una utopía escribir el mismo libro en dos idiomas. Y es imposible precisar que un libro traducido por varios traductores coincidan en el tiempo. Una lengua parece un sistema estructurado y al mismo tiempo, subjetivo, lo que daría, en el mejor de los casos, un texto aproximado al original. Cada obra será susceptible a una infinidad de traducciones si tenemos en cuenta la cantidad de idiomas que se utilizan para traducir un original. De ahí que la traducción sea considerado un género más dentro de la literatura. Por eso surge el principio de “infidelidad feliz y creativa”, acuñado por Jorge Luis Borges, ya que su particular estilo de traductor consumado estaba signado mas en mantener el significado que la forma o los detalles.